¿Cuáles son los síntomas de la celiaquía en la infancia?
Durante los primeros años de vida, los síntomas más comunes de la Enfermedad Celíaca están relacionados con el sistema digestivo, pero pueden ir más allá. Algunos de ellos son:
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Vómitos
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Diarrea
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Náuseas
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Anorexia
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Astenia
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Irritabilidad
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Dermatitis atópica
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Problemas de crecimiento
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Aftas bucales
Aunque no tienen por qué manifestarse todos a la vez, suele ser bastante común presentar varios de ellos en el mismo momento. Es importante hacer un buen estudio de la historia clínica y tener en cuenta la predisposición genética de cada bebé. Sin embargo, no podemos olvidar que la celiaquía puede aparecer en cualquier momento de la vida y es algo que debemos tener muy presente.
Síntomas de la celiaquía en la adolescencia
La adolescencia es la etapa de vida en la que es más difícil detectar la celiaquía, ya que muchos de los síntomas llegan a desaparecer. En este caso, es muy importante recordar que, si eres una persona celíaca, aunque no haya síntomas, el daño en tu intestino se produce igual, por lo que es esencial seguir con una dieta sin gluten.
Los síntomas más comunes en la adolescencia son:
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Anemia ferropénica
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Dolor abdominal
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Diarrea o estreñimiento
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Hepatitis
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Dermatitis atópica
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Retraso puberal / de la primera menstruación
¿Cuáles son los síntomas de la celiaquía en adultos?
Como decíamos, la etapa más clara para diagnosticar la celiaquía es la infancia, ya que en los adultos hay mucha confusión por la variedad de síntomas.
Algunos de los síntomas más comunes se ven en todas las etapas de la vida, como por ejemplo, la diarrea, las digestiones pesadas, la anemia ferropénica, el estreñimiento, etcétera. Sin embargo, hay otros que pueden afectar a otros órganos del cuerpo y que cuesta más relacionar directamente con la celiaquía, complicando así su diagnóstico.
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Síntomas ginecológicos como infertilidad, abortos, reglar irregulares o menopausia precoz.
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Trastornos cutáneos como la psoriasis o la dermatitis, además de fragilidad en cabello y uñas.
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Síntomas en huesos y articulaciones que acaban en osteoporosis.
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Trastornos neurológicos.
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Colon irritable.
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Depresión, irritabilidad, apatía.
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