La celiaquía, o enfermedad celíaca, es una condición autoinmune que afecta cerca del 1 % de la población mundial. A pesar de su prevalencia, existen muchos mitos y malentendidos sobre esta enfermedad. A continuación, desmentimos cuatro de los mitos más comunes sobre la celiaquía.
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Se nace con celiaquía
Realidad: Aunque se puede nacer con celiaquía, también se puede desarrollar a lo largo de la vida.
La celiaquía tiene una fuerte componente genética, lo que significa que las personas pueden nacer con una predisposición a desarrollar la enfermedad. Sin embargo, no todos los que tienen los genes asociados a la celiaquía desarrollan la enfermedad. Factores ambientales, infecciones o cambios en la dieta pueden desencadenar la enfermedad en cualquier momento de la vida, desde la infancia hasta la edad adulta. Por lo tanto, es posible vivir muchos años sin síntomas evidentes y desarrollar celiaquía más adelante.
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Si no tienes síntomas, no eres celíaco
Realidad: Aunque no haya síntomas, si eres celíaco, tus intestinos se dañan con el consumo de gluten.
La celiaquía puede presentar una amplia variedad de síntomas: desde problemas digestivos hasta síntomas neurológicos y dermatológicos. Sin embargo, algunas personas son asintomáticas, es decir, no presentan síntomas evidentes. Esto no significa que el gluten no esté causando daño. Incluso en ausencia de síntomas, el consumo de gluten puede dañar las vellosidades del intestino delgado, lo que puede llevar a complicaciones graves a largo plazo, como deficiencias nutricionales, osteoporosis y un mayor riesgo de otros trastornos autoinmunes.
En definitiva, si te han diagnosticado enfermedad celíaca, sigue una dieta sin gluten estricta tengas síntomas o no.
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Los productos que “pueden contener trazas” son apto
Realidad: La contaminación cruzada afecta a las personas celíacas. Solo deben comer alimentos sin gluten y sin trazas.
Para las personas con celiaquía, incluso pequeñas cantidades de gluten pueden desencadenar una respuesta inmune y causar daño intestinal. Por ello, los productos etiquetados como «pueden contener trazas de gluten» no son seguros para los celíacos. La contaminación cruzada puede ocurrir en cualquier punto de la cadena de producción de alimentos, por lo que es crucial que los celíacos consuman únicamente productos certificados como sin gluten y que sigan prácticas estrictas para evitar la contaminación cruzada en sus propios hogares.
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La celiaquía es una enfermedad rara
Realidad: La contaminación cruzada afecta a las personas celíacas. Solo deben comer alimentos sin gluten y sin trazas.
La celiaquía no es una enfermedad rara; se estima que afecta a aproximadamente 1 de cada 100 personas en todo el mundo. A pesar de esta alta prevalencia, la enfermedad a menudo no se diagnostica. Esto se debe en parte a la diversidad de síntomas y a la falta de conciencia tanto entre la población general como entre los profesionales de la salud. Muchas personas pueden vivir con celiaquía sin saberlo, lo que puede llevar a complicaciones a largo plazo. Por esta razón, es importante promover la educación y la conciencia sobre la celiaquía para mejorar los diagnósticos y los resultados de salud para quienes la padecen.
Comprender la celiaquía y desmitificar los conceptos erróneos es crucial para quienes viven con esta enfermedad y para la sociedad en general. Reconocer que la celiaquía puede desarrollarse en cualquier momento, que puede ser asintomática, que la contaminación cruzada es peligrosa y que no es una enfermedad rara puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los celíacos y fomentar un entorno más inclusivo y consciente.
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